14---- Guggenheimer y el kursaal
La
arquitectura contemporánea es un lenguaje visual que puede hablar de
integración o contraste, de monumentalidad o sutileza. Obras icónicas como el
Museo Guggenheim de Bilbao, diseñado por Frank Gehry, y el Kursaal de San
Sebastián, de Rafael Moneo, representan dos enfoques distintos hacia el espacio
y el entorno. El primero destaca por su audacia formal y estética futurista,
mientras que el segundo se caracteriza por su simplicidad y armonía con el
paisaje. Aunque ambos edificios responden a necesidades culturales y
artísticas, su impacto visual y simbólico plantea una cuestión fundamental:
¿Debe la arquitectura destacarse o fundirse con su contexto?
El Museo
Guggenheim, destaca como la obra maestra de su arquitecto, y el magnus opus de
años de experimentación con estas figuras orgánicas que van arraigadas a sus
inicios con sus casas algo deformadas y modernistas. La de construcción genera
esta especie de serpiente o moño de regalo según mi opinión, pero sin importar
lo que veas. La belleza del edificio y el destaque que tiene cuando vez lo que
sigue del Bilbao es impresionante. Como Pollock, un poco, El Guggenheim esta
libre a la imaginación
El Kursaal es
un edificio funcional que acoge eventos culturales, pero su diseño también
actúa como un espacio integrador, donde el arte y la naturaleza se encuentran.
Consistiendo de dos cubos que se entrelazan, recubiertos con este material que
parece interactuar con el viento o el mar, vemos como Moneo se preocupa por la
integración, al lado de la Bahía, no es coincidencia que el edificio pese a su
simpleza tenga este toque marino orgánico, logrado con la materialidad.
El edificio resalta en su posición, pero no de una manera que resulta
distrayente, ya que para Moneo resulta mejor que el edificio dialogue con el
entorno, que quiera grita sobre este y en mi opinión, aunque ambos consiguen
cosas preciosos. El Kursaal me parece algo más racional; ya que no podemos
llenar nuestra vida de hitos estructurale, y si los vamos a hacer, es mejor que
estos vivan en armonía con sus alrededores.
, Rafael
Moneo propone una obra racional y equilibrada, que dialoga con el paisaje y se
integra de manera sutil, que creo es lo que se debe impulsar en este arte.
Ambas construcciones logran transformar el espacio urbano, pero plantean una
reflexión importante sobre el papel de la arquitectura: si bien los hitos
visuales pueden revitalizar ciudades, es esencial encontrar un equilibrio donde
la arquitectura no solo impresione, sino también enriquezca el entorno y la
vida cotidiana. Cómo diseñadores claro que podemos soñar, y crear cosas nuevas
que nunca alguien haya visto, pero esos proyectos, no son todos los proyectos.
Por que cuando algo se sobresatura, pierde su encanto
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